El ajedrez

A partir de los 4 años de edad, muchos ajedrecistas han aprendido a jugar. Por las cualidades de ejercicio y desarrollo mental que el ajedrez desarrolla, muchas escuelas alrededor del mundo ofrece a l@s niñ@s cursos de ajedrez.

EL AJEDREZ.
Brinda numerosas ventajas al desarrollo intelectual y personal, permitiéndole aprovechar mejor su inteligencia natural. Estas son algunas de las principales capacidades que puede fomentar:
ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN.
Son las capacidades que se desarrollan más rápido. L@s niñ@ se acostumbran a pensar y poner atención en lo que están haciendo, incluso l@s hiperactiv@s. También ejercita la memoria.
ANÁLISIS Y SÍNTESIS.
Durante toda la partida tienen que analizar cada amenaza del contrario y sintetizar cuál es la mejor respuesta. Hay niñ@s que después de un tiempo pueden efectuar combinaciones de tres jugadas. Cada jugada puede tener más de una respuesta.
RAZONAMIENTO LÓGICO-MATEMÁTICO.
El tipo de razonamiento que se emplea en el ajedrez es el mismo que se utiliza en las matemáticas. Algunos señalan que "el ajedrez es a la matemática lo que la música es a la acústica". Motiva también hábitos de estudio, lectura e investigación en la rama de la filosofía a e informática.
CREATIVIDAD E IMAGINACIÓN.
Todo ajedrecista debe imaginar posiciones distintas de las que hay en el tablero, para aprovechar el tiempo. A partir de eso crea un plan de acción con jugadas que obliguen al rival a equivocarse para modificar la posición de las piezas y conseguir lo que busca. Tiene que ser más rápido e imaginativo que su contrario.
ÉTICA.
Como en cualquier deporte, hay reglas a respetar, pero tan determinantes que el jugador se acostumbra a cumplirlas sin la necesidad de un árbitro. Debe aceptar el resultado del encuentro sin excusas. El vencedor no es más alto, más fuerte o más rápido que el vencido, sino que ha jugador mejor.
ORGANIZACIÓN.
El jugador analiza los problemas que se le plantean, planifica la acción, y combina jugadas con distintas piezas en un orden dado. Debe organizar su juego.
CONTROL EMOCIONAL.
Debe controlar sus emociones al máximo, sin dejarse llevar por el enojo o el desprecio hacia el rival. L@s niñ@s desarrollan paciencia y perseverancia.
RESPONSABILIDAD.
Un ajedrecista no puede echarle a nadie la culpa de sus errores, pero tampoco puede achacar el resultado a la mala suerte ni a factores exógenos.
AUTOESTIMA.
Al ser una batalla mental, el jugador valora el esfuerzo que representa mejorar. El/la niño/a va tomando confianza en su capacidad.
TOMA DE DECISIONES.
Frecuentemente, mucho más que en cualquier otro deporte, hay que tomar una decisión que puede ser definitiva, pues no se puede consultar con nadie.




El ajedrez es un juego de mesa para dos personas.
Es uno de los juegos más populares del mundo। Se considera no sólo un juego, sino un arte, una ciencia y un deporte mental. Esto último es muy apropiado, dado que se juega a menudo de forma competitiva. La enseñanza del ajedrez puede ser útil como forma de desarrollar la mente.